Pupitre Luminor de Retoque
Ref. A-33
Principio siglo XX
Francia
Hasta 30x40 cms.
Prácticamente hasta los años 70, las fotografías de estudio, o de medio y gran formato, se retocaban siempre. Se comenzó con las placas de vidrio, y tras la aparición hacia 1888 de las películas flexibles de celuloide de Kodak (que eran muy peligrosas por inflamarse por encima de los 49 grados centígrados, al estar formadas con nitrocelulosa), y después de las de acetato de celulosa mas seguras, pero que en sus inicios eran quebradizas.
Pero las placas de vidrio se utilizaban simultaneando su uso con las flexibles porque daban una calidad superior a pesar del inconveniente de su peso y mas susceptibilidad de rayado, hasta los años 50.
El retoque de los negativos se hacia en pupitres portátiles como éste, pues una vez abierto recibe luz desde abajo por medio del espejo móvil que tiene para retroiluminar el negativo a retocar.
En la parte inferior todos disponían de un cajón donde se guardaban los lápices, tiras de carbón, pinceles y difuminos para mejorar los negativos.
Dependiendo del tipo de fotografía se retocaba una u otra zona, lo mas común en los retratos de bodas (hasta los 70 las fotos de boda se hacían en el estudio, a partir de estos años se comenzó a salir a paisajes naturales), las fotos de estudio, o de carnet; se retocaban principalmente los rostros de las damas para disimular arrugas o la de los caballeros para suavizar lo oscuro de la barba, y en general para disimular brillos o pequeños defectos.